sábado, 10 de abril de 2010

Regresión y presencia

Sólo existen dos posibles estados del ser: el estado regresivo y el estado de presencia.

El estado regresivo es aquél en el que experimentamos cualquier tipo o medida de sufrimiento. El estado de presencia es el éxtasis, el nirvana. En el estado regresivo estamos reviviendo inconscientemente el pasado. En el estado de presencia vivimos el presente absoluto, más allá del tiempo. En él no hay mente, ni mundo, ni nada. Sólo hay Uno, y ese Uno es Todo.

Cada vez que experimentamos sufrimiento es porque estamos encadenados a un recuerdo inconsciente (pasado). Hacer consciente esa memoria, que yo llamo cuerda, es liberarla y liberarse, es reconectarla y reconectarse.

Conformarse con el sufrimiento es vivir permanentemente en el pasado. Mucha gente ha experimentado, en algún momento de su vida, el estado de presencia. De hecho, es el estado al que se accede cuando se reconecta una cuerda, cuando se hace consciente una memoria y se reescribe, se re-crea.

Reescribir una memoria es posible porque el Espíritu, la Consciencia, es más poderosa que el tiempo. Creer que el tiempo es la realidad última es una demostrable mentira.

Nada de lo que hayas hecho o te hayan hecho en el pasado has de llevarlo eternamente cargado. Puedes liberarte de tu carga. Puedes completarte. Puedes recrearte. Puedes renacerte. De la mano del Espíritu o, como se dice contemporáneamente, de la Consciencia.

A la mayoría de la gente no le interesa esto. Ellos son muy felices sufriendo. Si tú no eres feliz sufriendo, tú no eres uno de ellos.

Tu libertad te espera. Te esperan tu Luz y tu Presencia. Más allá de cualquier maestro. Tú tienes, y has tenido siempre, todas las respuestas.