lunes, 19 de abril de 2010

¿Qué son 'las cuerdas'?

Las cuerdas son información. Información que permanece en el plano de la Consciencia. Negar el plano de la Consciencia es negar la posibilidad de existencia de las cuerdas.

¿Podríamos decir que los traumas generan cuerdas? Sí, podríamos decirlo en dos aspectos:
- Así es probadamente respecto a lo que llamamos ‘esta vida’. Muchas escuelas psicológicas han trabajado tradicionalmente desde estas premisas.
- Les llamamos ‘cuerdas’ por su carácter fragmentario: son como pequeños segmentos en cierta medida autónomos, perdidos, desconectados, dolorosos.
Seguramente es la desconexión de esos fragmentos lo que impide la continuidad coherente e integrada de toda la experiencia.

Ésta podría ser la hipótesis de cómo se genera una cuerda: un hecho traumático no se integra, sino que se expele, de alguna manera, de nuestra consciencia. Mientras esa información, que es vitalidad y es consciencia, no se reintegra, recupera, reconecta, permanece alejada, enajenada de nuestro eje. Hasta aquí todo podría asumirlo la mayoría de psicólogos; la práctica clínica parece avalar que es justo así como sucede. La terapia consiste en recuperar esas memorias del espacio de la inconsciencia, de la separación, al que por no poder integrarlas en su momento las arrojamos.

La pregunta más inquietante es la que viene ahora: ¿qué son esas supuestas memorias que aparecen igualmente en la terapia, pero que no corresponden a lo que hemos acordado en llamar ‘esta vida’? El paciente nos habla de escenarios de otras épocas, de lugares muy lejanos, con diferente edad, raza, cultura, sexo… ¿son puras proyecciones o fantasías? ¿Por qué, si las tratamos como recuerdos, tienen tan inmenso poder terapéutico?

Si son proyecciones o fantasías, ¿por qué no siguen nuestros deseos? ¿Por qué no son agradables? ¿Por qué nos vemos cometiendo o padeciendo las mayores atrocidades? ¿Es tal vez una descarga inconsciente y simbólica de frustraciones ocultas? Si es así, ¿por qué parecen tener una dinámica independiente y tan absolutamente elaborada?

¿Es necesario creer que esos ‘recuerdos’ pertenecen a otras vidas? No, no es necesario para nada. Incluso resulta muy contraproducente tomarlos al pie de la letra. Cuando recordamos algo ‘de esta vida’, a menudo nos equivocamos, dejamos de lado aspectos que más tarde advertimos determinantes, los deformamos…, ¿por qué habría de ser diferente con los supuestos recuerdos de otras supuestas existencias?

Si discutible es que se trate de recuerdos ‘de otras vidas’, más lo es que se trate de meras fantasías o proyecciones. A día de hoy sí podemos afirmar sin discusiones que eso que llamamos cuerdas es información con potencial terapéutico. De ese potencial terapéutico será de lo que a continuación hablaremos.