jueves, 30 de septiembre de 2010

Cuando damos gracias a Dios...

lo hacemos porque las cosas suceden de la manera que esperábamos o en la línea que nos gusta.
Esto supone una limitación tremenda. Es pretender que nosotros sabemos lo que en realidad no sabemos.
Podemos dar un paso más arriba. Decía Buda que, cuando despiertas, la vida se convierte en una permamente sorpresa. También lo es cuando estás dormido. A lo que Buda se refiere es a una sorpresa en positivo, es decir: tú sabes que la Realidad nunca te ataca (aunque la mayoría lo crea) y sabes que no sabes cuál es tu destino en cada momento. Por tanto, la actitud más inteligente siempre es la sumisión a la voluntad de Dios y la confianza. Ninguna de estas dos cualidades incluye el 'conocimiento'. Ambas tienen más que ver con la entrega y con la devolución del miedo al mundo, a ese mal espejo en el que no nos reflejamos.
Da a Dios lo que es de Dios (la confianza) y al César (al mundo) lo que es del mundo.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Por fin, el nuevo libro

Si Dios quiere, a mediados de noviembre ya estará el nuevo libro en las librerías.
Estamos en fase de corrección y maquetación. Y de recuperación, espero, del agotamiento...