miércoles, 2 de diciembre de 2009

Realidad y pensamiento

Cuando la realidad y nuestro pensamiento no coinciden, culpamos a la realidad de equivocarse. ‘Esto está mal’, decimos, y sufrimos por ello. Pero cuando la realidad y nuestro pensamiento no coinciden, sólo nuestro pensamiento puede equivocarse. La realidad no tiene la facultad de equivocarse. La realidad es lo que es. Simplemente.

Cuando decimos que algo ‘está mal’, estamos emitiendo un juicio. Estamos juzgando a la realidad, que no tiene la facultad de equivocarse. Y cada vez que juzgamos, consciente o inconscientemente, sufrimos.

¿No nos estaremos equivocando nosotros? ¿Seguro que las cosas deberían ser de otro modo?

Dejar de juzgar no es fácil. Además, considerar que debemos dejar de juzgar, también es un juicio. Como quienes se dicen budistas y se pasan la vida deseando no desear. Juzgar es lo que hemos aprendido, y seguro que encontramos mil motivos para seguir juzgando. ¿Acaso tenemos que aceptarlo todo? ‘No podemos aceptar lo inaceptable’.

Para dejar de juzgar no basta con la intención de hacerlo. Es necesario comprender el juicio. Cuando exploramos, trascendemos el juicio.